Las investigaciones realizadas por nuestra Escuela han demostrado empíricamente que tanto la sensación dolorosa como el comportamiento de la madre en el parto mejoran sustancialmente en madres preparadas con respecto a madres no preparadas, mejorando la propia vivencia del parto tanto en las madres como en los padres.

Igualmente como se comentaba en la pregunta anterior la preparación tiene claros efectos beneficiosos sobre los bebés.